Tutorial: Aplicación de calor
La termoterapia es una forma de tratamiento que utiliza el calor, se ha destacado como una herramienta altamente eficaz en el manejo del dolor de espalda. Al aplicar calor en la zona afectada, se busca mejorar la circulación sanguínea, relajar los músculos y aflojar la rigidez.
Este enfoque terapéutico puede ser particularmente beneficioso para afecciones como el dolor lumbar, donde la relajación muscular y la reducción de la tensión son objetivos clave.
Además, la termoterapia no solo proporciona alivio sintomático sino que también puede ser utilizada en combinación con otras técnicas, como el masaje o el automasaje miofascial, para abordar no solo los síntomas inmediatos, sino también las posibles causas subyacentes del dolor de espalda.
La aplicación de calor es un tratamiento excelente para aquellos que buscan un alivio natural que actúe en múltiples niveles:
- promover la curación
- relajar los músculos
- facilitar el ejercicio
- disminuir el estrés
Te aseguro que incluso si esta fuera la única práctica que adoptas, aplicar calor en la zona dolorida durante 15 minutos diarios antes de acostarte probablemente resultará en una mejora del dolor de espalda en casi todos los casos.
No necesitas dedicar tiempo adicional al día a esto, ya que puedes aplicar calor cómodamente mientras realizas otras actividades, como ver la televisión, visitar las redes sociales, escuchar música, leer un libro o relajarte en la cama. Eso sí, ten cuidado de no dormirte con la almohadilla caliente. En otras palabras, ¡no hay lugar para las excusas! Hazlo y disfruta del bienestar y el alivio instantáneo del dolor.
¿Demasiado bueno para ser verdad?
2 claves importantes para aplicar el calor
- Evitar la terapia de calor inmediatamente después de una lesión
Evita la terapia de calor localizado sobre tejidos dañados, infectados o hinchados inmediatamente después de una lesión, especialmente en las primeras 48 horas, porque puede aumentar la inflamación. Durante este período inicial, las compresas frías pueden ayudar a reducir la inflamación aguda y la intensidad del dolor.
- Acelerar el alivio del dolor con calor húmedo
La terapia de calor húmedo consiste en utilizar una fuente de calor húmedo para aliviar y relajar los músculos, articulaciones y ligamentos doloridos. Puede incluir el uso de bolsas de agua caliente, toallas de vapor, baños calientes o compresas de calor húmedo.
Envolver una bolsa de agua caliente con una toalla húmeda funciona igual de bien. Asegúrate de no aplicar temperaturas extremas sobre la piel desnuda y consulta a tu médico si el dolor de espalda persiste o empeora. El uso continuado de calor húmedo proporciona un aumento más rápido de la temperatura de la piel y del flujo sanguíneo, junto con una penetración superior del calor en el músculo. También se reduce la posibilidad de irritación de la piel, ya que la humedad ayuda a aumentar la elasticidad de los tejidos.
«La aplicación de calor húmedo, así como las envolturas de calor húmedo, son más rápidas y eficaces para tratar el dolor muscular que las envolturas de calor seco».
Fuente
Petrofsky J, Berk L, Bains G, Khowailed IA, Hui T, Granado M, Laymon M, Lee H. Calor húmedo o calor seco para el dolor muscular de aparición retardada. J Clin Med Res. 2013 Dec;5(6):416-25. doi: 10.4021/jocmr1521w. Epub 2013 oct 12. PMID: 24171053; PMCID: PMC3808259.
«El calor húmedo tiende a ser más eficaz cuando la grasa corporal representa más del 25% del peso corporal».
Fuente
Petrofsky JS, Laymon M. Heat transfer to deep tissue: the effect of body fat and heating modality. J Med Eng Technol. 2009;33(5):337-48. doi: 10.1080/03091900802069547. PMID: 19440919.
Hagámoslo un hábito
- Frecuencia y duración: Tanto si se trata de un dolor de espalda agudo como crónico, sugiero aplicar calor al menos una vez al día. Es fundamental dejar tiempo suficiente para que el calor penetre profundamente en los músculos. Por lo general, cuanto más tiempo se aplique el calor, más profunda será la relajación muscular. La duración específica de la aplicación de calor depende del tipo y la gravedad de la tensión muscular. Las sesiones cortas, de unos 15 a 20 minutos, son adecuadas para las tensiones leves de la espalda, mientras que las sesiones más prolongadas, de hasta 30 minutos, pueden ser recomendables para afecciones crónicas o dolores intensos y debilitantes.
- Durante el día: Selecciona un momento específico, preferiblemente por la noche o antes de acostarte, para garantizar una aplicación regular y sin interrupciones del calor. También puedes dirigirte a varias zonas para potenciar el efecto relajante general antes de irte a dormir.
- Postura: Elige entre una postura cómoda sentado o acostado boca arriba (en esta última, te recomiendo ponerte una almohada debajo de las rodillas para que tengas mayor apoyo en la zona lumbar). Si padeces un dolor lumbar agudo, prueba acostarte sobre un lado con una almohada entre las rodillas mientras aplicas calor directamente en la zona lumbar.
En resumen, si experimentas dolor agudo, una de las mejores, más sencillas y rápidas formas de obtener alivio es mediante la aplicación de calor. Especialmente, en combinación con el masaje o el automasaje miofascial que te explicaré detalladamente a continuación.