Tutorial: La verdad sobre la aplicación de frío

Una de las preguntas más frecuentes de mis pacientes es si deben aplicar calor o frío para aliviar y curar sus síntomas. En este capítulo obtendrás información fiable sobre este asunto, vamos a revisar pruebas científicas sobre las aplicaciones de frío y hielo.

¿Quién no ha recibido alguna vez la recomendación de aplicar hielo o frío en una lesión aguda de tejidos blandos, como un esguince de tobillo o una torcedura? 

¿Y si las pruebas científicas demostraran claramente que la aplicación de frío contrae los vasos sanguíneos, limitando el flujo de sangre al tobillo durante su proceso de curación? 

Diversos estudios indican que la aplicación de frío puede prolongar el proceso de recuperación en lugar de acortarlo.

  • En 2012, un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine demostró que no existen pruebas clínicas de que el hielo mejore la curación de las distensiones musculares. Artículo
  • También hubo un estudio publicado en 2013 en el Journal of Strength and Conditioning Research que muestra que la aplicación de hielo en realidad puede dificultar la recuperación del trabajo muscular excéntrico. Artículo

«En su estado actual, nuestros resultados aportan pruebas de que el enfriamiento tópico no mejora y parece retrasar la vuelta a la normalidad de los marcadores de daño muscular y la sensación subjetiva de fatiga tras el ejercicio excéntrico. El aumento de la oxigenación tisular tras la retirada de la aplicación de frío puede formar parte de los mecanismos implicados en el retraso de la recuperación. En conjunto, estos resultados indican que la intervención con enfriamiento tópico altera las respuestas adaptativas normales al ejercicio».– 2013, Asociación Nacional de Fuerza y Acondicionamiento.

  • Un estudio de investigación publicado en 2012 por el Journal of Sports Medicine mostró, en 25 estudios distintos, que el 75% de ellos informó de una disminución de la fuerza muscular tras la aplicación de hielo. Artículo

Es innegable que la aplicación de frío puede ayudar a reducir el dolor, pero esto podría obstaculizar el proceso natural de curación de nuestro cuerpo. Cuando se produce una lesión, el cuerpo inicia un mecanismo de reparación a través de la inflamación, que contiene componentes curativos esenciales. ¿Por qué querríamos disminuir la disponibilidad de estos elementos curativos utilizando el frío y evitando la inflamación?

Ciertamente, la aplicación de frío puede ser beneficiosa para síntomas específicos y en circunstancias particulares. Por ejemplo, en el proceso postoperatorio, cuando es necesario controlar la inflamación debido a la naturaleza invasiva de la cirugía, la aplicación de frío tiene todo el sentido.

Basándome en pruebas científicas, recomiendo encarecidamente tratar las lesiones de tejidos blandos y el dolor de espalda crónico con calor, para mejorar la circulación sanguínea y los niveles de oxígeno. Esto favorece una recuperación más rápida, una mejor cicatrización de la lesión y una disminución inmediata del dolor.

Para cualquier duda o pregunta específica sobre la aplicación de calor, ponte en contacto conmigo o consulta a otro profesional sanitario. En determinados casos, como tendinitis o capsulitis, recomiendo evitar la aplicación directa de calor sobre la articulación y aplicarlo alrededor de la zona para liberar la tensión muscular en lugar de exacerbar la inflamación.

Asimismo, la movilización adecuada junto con el masaje de tejidos profundos es muy eficaz para prevenir la formación de tejido cicatricial y facilitar la reducción de la inflamación gracias al aumento de la circulación sanguínea.