Tutorial inicial 1: Cultivar el equilibrio emocional

¿Cómo salir del ciclo vicioso del dolor crónico?

El dolor físico suele ser el más fuerte cuando el dolor emocional no se escucha.

El ciclo vicioso del dolor crónico es una intrincada danza entre el dolor y nuestras respuestas emocionales, algo que muchos de nosotros hemos experimentado. Todo empieza cuando aparece el dolor, ya sea por una lesión o por una enfermedad subyacente.

Naturalmente, reaccionamos con miedo, ansiedad y emociones negativas, que a menudo nos llevan a evitar cualquier cosa que desencadene malestar. Esto puede parecer un alivio al principio, pero con el tiempo, en realidad debilita nuestro cuerpo, haciendo que los músculos se encojan y nos volvamos aún más sensibles al dolor.

A medida que limitamos nuestras actividades físicas y nos apartamos de la vida; emociones como el aislamiento, la frustración e incluso la depresión cobran protagonismo. ¿Y adivina qué? Estas emociones se alían con el dolor, empeorándolo aún más. Es como un bucle sin fin; evitamos cosas por el dolor, pero la evasión acaba intensificando el dolor.

Nos referimos a esta dinámica como el ciclo vicioso del dolor crónico, como se ilustra a continuación:

Figura 4: El ciclo vicioso del dolor crónico

Liberarse del ciclo vicioso del dolor crónico

Escapar de este ciclo implica atender tanto el cuerpo como la mente.

Se trata de lograr un equilibrio, fortaleciendo el cuerpo y reprogramando la mente para cambiar la perspectiva y, gradualmente, retomar las rutinas diarias.

Al hacerlo, podrás recobrar energía, disminuir el miedo y recuperar una vida más plena.

Cuando te embarcas en la actividad, reconectas con amigos, te sumerges en aficiones y participas en actividades placenteras, aumentando así la probabilidad de mejorar tu estado de ánimo. Simultáneamente, experimentarás una disminución del estrés y la ansiedad, lo que contribuirá gradualmente a reducir la intensidad del dolor.

En en este reto, nos sumergiremos en métodos prácticos que te capacitarán paso a paso; integrándolos de manera fluida en tu rutina diaria.

Empezamos con la reflexión y transformación de tus creencias limitantes y auto saboteadoras.

Descubrir y transformar los sistemas de creencias limitantes 

¿Te has dado cuenta alguna vez de que tus pensamientos parecen seguir ciertos patrones que te llevan a tomar decisiones y comportamientos similares? 

Este resultado surge de la compleja red de creencias que residen en tu interior. Estos sistemas de creencias moldean tu percepción tanto de ti mismo como del mundo que te rodea. Funcionan como conductores silenciosos que influyen en tus decisiones, emociones y acciones de maneras que quizás ni siquiera te des cuenta.

Tómate un momento para reflexionar cómo pueden estar conectados tus sistemas de creencias a la necesidad constante de perfección, autocrítica y búsqueda de aprobación. 

Frecuentemente, estos patrones se originan en creencias profundamente arraigadas acerca de tu valía y adecuación.

Estas creencias actúan como un piloto automático que dirige tus acciones sin que medie un pensamiento consciente. Podrías compararlo con conducir un automóvil con el control de crucero: avanzas, pero no siempre tienes el control total sobre la dirección.

En el camino para convertirte en la mejor versión de ti mismo, resulta esencial descubrir estas creencias ocultas, sacarlas a la luz y convertirlas en aliadas para impulsar tu crecimiento y alcanzar el éxito.

Ten en cuenta, que en el caso del dolor crónico, tus sistemas de creencias pueden estar generando un ciclo de malestar. Por ejemplo, una antigua creencia que sostiene que no eres capaz de manejar el dolor eficazmente puede estar perpetuando inconscientemente la experiencia del dolor.

Identificar y reemplazar estas creencias autosaboteadoras con afirmaciones empoderadoras es uno de los métodos más eficaces para transformar el dolor en crecimiento personal.

Para identificar tus propias creencias autosaboteadoras, comienza observando tus pensamientos, emociones y reacciones cotidianas. Examina patrones recurrentes y cuestiona las razones detrás de tus respuestas específicas. Inicia el proceso de cuestionamiento de estas creencias explorando sus orígenes y su pertinencia en tu vida actual. Reemplázalas con nuevas creencias alineadas con tus metas y aspiraciones. Con el tiempo, notarás un cambio palpable en tus acciones, decisiones y respuestas emocionales.

Tómate un momento para anotar tres creencias que has acumulado a lo largo del tiempo sobre la persistencia y la frustración de tu dolor de espalda. 

Te presento 3 ejemplos:

La creencia limitante: «Mi dolor de espalda nunca desaparecerá, haga lo que haga».

Afirmación positiva: «Estoy en el proceso de encontrar formas efectivas para aliviar y gestionar mi dolor de espalda».

La creencia limitante: «Todo lo que he probado hasta ahora ha sido ineficaz para aliviar mi dolor».

Afirmación positiva: «Cada experiencia me acerca más a descubrir soluciones efectivas para liberarme del dolor».

La creencia limitante: «Estoy demasiado ocupado para hacer ejercicios para el dolor de espalda».

Afirmación positiva: «Priorizo mi bienestar y encuentro tiempo para realizar ejercicios que benefician mi salud y alivian mi dolor de espalda.»

Las creencias, al transformarse en afirmaciones positivas, se convierten  en la medicina que cura y fortalece el cuerpo, la energía y la mente.

Hagámoslo un hábito 

Ahora es tu turno. Identifica tres creencias que podrían estar obstaculizando tu capacidad para lograr una vida sin dolor. Una vez que las hayas reconocido, transforma esas creencias en afirmaciones positivas y poderosas. Este ejercicio simple pero significativo es un ingrediente esencial para tu proceso de curación.

Identifica tres creencias limitantes para la curación de tu espalda:

Transfórmalas en afirmaciones empoderadoras centradas en alcanzar un estado libre de dolor:

Abraza este proceso y aprovecha la oportunidad para transformar tu vida. Ten presente que tus sistemas de creencias pueden impulsarte o limitarte. Al hacer visibles estos patrones, liberarte del modo automático y dirigir tu vida en la dirección deseada se convierte en una posibilidad. Es el momento de tomar el timón y conducirte hacia la vida que anhelas y mereces.

Por tanto, te sugiero internalizar estas tres afirmaciones empoderadoras y hacerlas parte de tu rutina diaria. Repítelas, al menos, al despertar y antes de dormir, guiando conscientemente tu camino hacia la curación.

IMPORTANTE: Define tres momentos del día en los que puedas dedicar uno o dos minutos a repetir tus nuevas creencias, reprogramando tu mente para operar en modo de sanación en lugar de autodestrucción.

No olvides anotar estos 3 momentos en tu plan semanal como siguiente paso.

¡Adelante!